“Because the night belongs to lovers”, cantaba Patti Smith a finales de los 70 poniéndole voz femenina a una de las obras maestras de Bruce Springsteen. Ese espíritu rebelde y apasionado al que actores como James Dean o Marlon Brando ponían rostro décadas atrás es recuperado porDior Homme de la mano (o cara) de Robert Pattinson, elegido para ser la nueva imagen de la icónica fragancia.
Vampiro reconvertido a actor de culto (título por el que lucha con apuestas como ‘Cosmopolis’ de David Cronenberg) ahora se deja seducir por la cámara de Nan Goldin (la fotógrafa neoyoquina que supo captar las décadas de los 70, 80 y 90 en una Gran Manzana donde se vivía rápido y sin freno) y se pone a las órdenes del realizador Romain Gavras (hijo de Costa Gavras y director predilecto de artistas como Justice o M.I.A.) para plasmar la identidad de Dior Homme.
El resultado de la colaboración entre estos tres genios de distintas generaciones da como resultado unas instantáneas donde se palpa la vida al límite. Donde no importa tanto el destino como el camino que uno recorre. Donde la felicidad tiene mil caras y la virilidad se vive de una forma diferente. De eso nos habla también la rotunda sencillez del frasco transparente donde el frío cristal guarda un corazón vibrante en color ámbar. Un jugo que explota con toques amanerados y sexy de cedro de Virginia y vetiver de Hatí que consiguen que nos sintamos elegantes sin necesidad de encorsetarnos.
Libres como la abeja, símbolo de la casa y referencia de una actitud que ya tenía en mente el mismísimo Christian Dior, profeta de la moda y también revolucionario. De eso nos habla su fresca salida en bergamota de Calabria, cardamomo de Guatemala y lavanda de Vaucluse.
Y todo eso lo resume a la perfección Pattinson, un rostro que nos recuerda a la Beat Generation y al Actor’s Studio. Seductor complejo con una de las miradas más profundas que se pueden ver en 35 milímetros y espíritu libre que no tiene miedo a arriesgarse con pequeños trabajos o involucrarse en grandes producciones que le supongan etiquetarse como ídolo de masas. Como tampoco le ha importado enfrentarse a otro icono: Dior Homme.
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